El sospechoso admitió que no es militante orgánico de La Libertad Avanza y reveló que aceptó el trabajo ilegal por necesidad económica. «Esa paga me significaba la posibilidad de comer», declaró ante las autoridades.
Un hombre detenido por el robo de boletas electorales, en Malvinas Argentinas; confesó ante las autoridades judiciales. Él había sido contratado específicamente para sustraer papeletas de otros partidos políticos. Lo hizo a cambio de una suma de 30.000 pesos, según confirmaron fuentes del caso.
El sospechoso, cuya identidad no fue revelada por tratarse de una investigación en curso, admitió durante su declaración indagatoria que no pertenece a la estructura orgánica de La Libertad Avanza. Desmintió así las primeras hipótesis que lo vinculaban como militante del partido oficialista.
«Me contrataron para robar boletas de otros partidos«
Durante el interrogatorio, el detenido explicó con detalle las circunstancias que lo llevaron a cometer el delito electoral. Según su testimonio, fue contactado por personas que no identificó para realizar la sustracción de boletas de agrupaciones políticas opositoras. Sin especificar cuáles eran los partidos objetivo de la operación.
La confesión del sospechoso arroja nueva luz sobre lo que inicialmente parecía ser un acto de militancia extrema. Revela, en cambio, la existencia de una posible red organizada que habría reclutado personas en situación de vulnerabilidad económica para ejecutar maniobras de sabotaje electoral.

Situación de vulnerabilidad económica
El aspecto más revelador de la declaración fue la motivación económica que llevó al hombre a aceptar participar en el esquema ilegal. «Esa paga me significaba la posibilidad de comer», declaró según fuentes judiciales, poniendo en evidencia su precaria situación laboral y económica.
El detenido aseguró encontrarse sin trabajo al momento de ser contactado para la operación. Esto habría sido un factor determinante en su decisión de aceptar los 30.000 pesos ofrecidos por el trabajo ilícito.
Esta situación plantea interrogantes sobre el aprovechamiento de la vulnerabilidad social para la ejecución de maniobras que atentan contra la transparencia del proceso electoral.
Investigación en curso
Las autoridades judiciales continúan investigando las ramificaciones del caso. Se enfocan particularmente en identificar a quienes habrían contratado al detenido. También desean determinar si existen otros casos similares en el marco de las elecciones.
La confesión del sospechoso abre nuevas líneas de investigación que podrían revelar la existencia de una operación más amplia de interferencia electoral. Esta usaría a personas en situación de necesidad económica como ejecutores materiales.
El caso ha generado preocupación entre los organismos de control electoral. Han reforzado las medidas de seguridad en los centros de votación y depósitos de material electoral para prevenir nuevos incidentes similares.
Implicancias legales y electorales
El robo de boletas electorales constituye un delito federal que puede acarrear penas de prisión. Además, representa una grave afectación al normal desarrollo del proceso democrático.
Los operadores judiciales analizan ahora si el caso forma parte de una estrategia más amplia de sabotaje electoral. Evalúan la posibilidad de que existan otros involucrados en la red de contratación de personas para estas actividades ilícitas.
La investigación continúa bajo estricto secreto de sumario. Mientras tanto, las autoridades electorales evalúan el impacto que estos hechos podrían tener en la normalidad del proceso electoral en curso.