Adolfo Galli y un grupo de compañeros de DASPU transformaron su sueño gastronómico en solidaridad: cada jueves a las 20 horas preparan platos calientes para personas en situación de calle frente a la Casa Radical. Lo que comenzó con 20 personas el año pasado, hoy convoca a decenas que esperan ansiosas ese momento de encuentro y un plato de comida recién hecha.
Adolfo Galli es parte de un grupo de voluntarios que decidió salir de su zona de confort para hacer algo por los demás. En diálogo con Dessiree Díaz y Santiago Carrizo en el programa «En Tiempo Real» de FM La 10 Córdoba, 98.7, contó cómo nació esta iniciativa que hoy alimenta a decenas de personas cada semana. «Yo durante mi vida había comprado ollas, quemadores, todas esas cosas para algún día poder poner algún emprendimiento gastronómico. Pero me di cuenta que eso cada vez estaba más lejos y cada vez hacía más falta otra cosa», relató.
El año pasado, Galli y sus compañeros de trabajo en DASPU se juntaron para ver qué podían hacer por la comunidad. Comenzaron comprando fideos, preparando salsa en sus casas y al día siguiente calentaban todo en dos ollas para repartir. Lo que arrancó como una actividad quincenal con 20 o 30 personas, este año se convirtió en un encuentro semanal obligado. «Decidimos hacerlo todas las semanas porque era mucha gente que venía a comer. La necesidad había aumentado», explicó Adolfo.
El grupo de 5 a 7 voluntarios se turna para cocinar cada jueves a las 20 horas en la plaza frente a la Casa Radical, detrás de las carpas de las ferias. «La gente ya nos está esperando, apenas llegamos. Ve todo el proceso como vamos cocinando y a la hora de comer ya se siente bastante gente», describió. Lo que más valoran quienes reciben la comida es que sea caliente y recién hecha. «Hay muchos grupos que reparten, pero por ejemplo un sándwich de milanesa no llega caliente. Sobre todo en el invierno, tener un plato caliente es muy importante para ellos», destacó Galli.
La crisis económica se refleja en las calles. Adolfo contó que muchos artesanos se acercan porque no vendieron nada en todo el día y necesitan comer algo. «Cuando uno empieza la crisis va cortando por lo más fino. Los artesanos decían ‘no hemos vendido nada en todo el día, necesitamos algo porque no hemos comido'», relató. El grupo recibe donaciones de fideos y salsa de tomate, y también gestiona pedidos específicos como garrafas, yerba o azúcar para las familias que lo necesitan. Quienes deseen colaborar o sumarse como voluntarios pueden comunicarse al 3512-03-5150, el celular de Adolfo.




