La construcción medieval del siglo IX colapsó mientras se realizaban trabajos de restauración, dejando un operario grave y tres ilesos que debieron ser rescatados de los andamios. Las autoridades acordonaron la zona de los Foros Imperiales por riesgo de nuevos derrumbes.
Una jornada de restauración se convirtió en tragedia este lunes en el corazón de Roma cuando parte de la Torre dei Conti, una construcción medieval de casi mil años de antigüedad, se derrumbó mientras cuatro operarios realizaban trabajos de mantenimiento. El colapso, que ocurrió cerca de los Foros Imperiales, dejó a un trabajador en estado grave que debió ser trasladado de urgencia a un hospital, mientras que los otros tres quedaron bloqueados en los andamios de apoyo a la torre hasta ser rescatados por los bomberos.
Cientos de turistas que recorrían el centro histórico de la capital italiana presenciaron el dramático rescate, en el que los bomberos emplearon una escalera móvil para trasladar una camilla hasta el nivel superior de la torre. La operación se complicó cuando, en plenas tareas de auxilio, se produjo un segundo derrumbe con efectivos ya desplegados en el lugar. «Estaba fuera sirviendo las mesas cuando oí un ruido de escombros. Levanté la cabeza y vi caer a un trabajador», relató una camarera de un restaurante cercano al Corriere della Sera.
El alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, y el ministro de Cultura, Alessandro Giuli, se trasladaron inmediatamente al lugar para supervisar las operaciones. Las fuerzas del orden bloquearon completamente el área alrededor de los Foros Imperiales y la plaza de Venecia como medida de precaución ante el temor de nuevos colapsos. La zona permanece acordonada mientras se evalúa la estabilidad de la estructura restante.
La Torre dei Conti, que hoy alcanza 29 metros de altura, es apenas una fracción de su esplendor original. Construida en el siglo IX y ampliada por el papa Inocencio III en 1203, la torre llegó a superar los 50-60 metros. Sin embargo, sucesivos terremotos en 1348, 1630 y 1644 redujeron progresivamente su tamaño, y fue abandonándose tras una última reforma en el siglo XVII. Desde 2006, la estructura no había sido utilizada ni mantenida, lo que motivó su grave deterioro.
El Ayuntamiento de Roma y la Superintendencia habían impulsado recientemente un proyecto de recuperación estructural y restauración enfocado en «la seguridad y la salvaguardia de la torre y de su parte subterránea», según informó el Consistorio. En el pasado, el complejo fue objeto de desalojos por ocupación ilegal de viviendas. El incidente plantea ahora serios interrogantes sobre el estado de conservación del patrimonio histórico romano y las medidas de seguridad en obras de restauración.



