Con solo ocho capítulos y un suspenso que no da tregua, la nueva apuesta de Netflix se abre camino como uno de los thrillers psicológicos más impactantes del año. Actuaciones brillantes, una historia tensa y la firma del creador de Homeland hacen de La bestia en mí una experiencia que promete obsesionar a los espectadores.
En un mar de estrenos que compiten por la atención del público, pocas producciones logran instalarse rápidamente como conversación obligada. Ese es el caso de La bestia en mí, el nuevo thriller psicológico de Netflix que, con apenas ocho capítulos, ya promete convertirse en uno de los fenómenos del año.
Creada por Howard Gordon, mente detrás de Homeland, la miniserie combina drama, misterio y una tensión emocional que crece de forma constante. Ambientada en Nueva York, la historia se apoya en actuaciones brillantes y una puesta en escena que potencia cada giro.
La trama sigue a Aggie Wiggs (Claire Danes), una reconocida escritora que intenta sobrevivir al dolor devastador por la muerte de su hijo. Aislada y bloqueada creativamente, su rutina se quiebra con la llegada de un nuevo vecino: Nile Jarvis (Matthew Rhys), un magnate inmobiliario cuya esposa desapareció misteriosamente años atrás.
Lo que comienza como curiosidad se convierte en obsesión. Aggie empieza a investigar el pasado de Jarvis, convencida de que oculta algo perturbador. A partir de allí, la serie construye un juego psicológico donde la verdad, la culpa y la locura se entremezclan, desdibujando los límites entre víctima y verdugo.
El reparto acompaña con interpretaciones cargadas de matices: Brittany Snow, Natalie Morales, David Lyons y Hettienne Park completan un elenco que sostiene la tensión en cada escena. La fotografía fría, los silencios calculados y una banda sonora sutil convierten cada episodio en un clima incómodo, inquietante y adictivo.
Más allá del misterio central, La bestia en mí destaca por su profundidad emocional. Explora el duelo, la fragilidad humana y la fascinación por aquello que tememos. Es un thriller inteligente que no solo atrapa: también interpela.
Una serie ideal para quienes buscan suspenso sofisticado, actuaciones sólidas y una historia que no subestima al espectador.
