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martes, noviembre 25, 2025
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DBT despidió a 35 trabajadores en Sastre y achicó su planta un 90% para importar productos desde China

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La empresa santafesina fabricante de generadores y alternadores eléctricos comunicó este martes las desvinculaciones masivas en su planta de Sastre, afectando principalmente al área de producción. La firma pasará a operar bajo una logística de importación desde China, golpeando duramente a la economía de esta ciudad de 6.000 habitantes.

La empresa DBT, también conocida como Cramaco, despidió durante el mediodía de este martes a 35 trabajadores de la planta que tiene en la localidad de Sastre, ubicada en el centro-oeste de la provincia de Santa Fe. La firma, que está asociada a la multinacional española Himoinsa y fabrica generadores y alternadores eléctricos, anunció que dada la situación económica del país pasará a importar estos productos desde China. Con este recorte, DBT achicó su personal en aproximadamente un 90%, dejando prácticamente desmantelada la estructura productiva local.

Las desvinculaciones afectaron principalmente a trabajadores del área de producción, aunque también a algunos que se desempeñan en la parte de oficinas. Durante el mediodía del martes, las autoridades de la firma reunieron a los empleados y les comunicaron abruptamente que estaban despedidos. Todo indica que la empresa pasará a trabajar bajo una logística de importación: los generadores y alternadores llegarán desde China, bajarán del contenedor y se subirán al camión para ser repartidos dentro de Argentina, eliminando así la producción nacional.

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Foto: Alternador Cramaco producido en Argentina

El golpe para Sastre es significativo. Con cerca de 6.000 habitantes, los despidos masivos en DBT podrían sentirse profundamente en la economía de la ciudad, donde la empresa funcionaba como uno de los principales motores productivos desde 1947. A fines de septiembre del año pasado, la compañía ya había despedido a dieciséis trabajadores: algunos tenían entre 20 o 22 años de antigüedad mientras que otros sólo llevaban meses en la firma. En ese momento explicaron que las desvinculaciones se dieron por un desplome en las ventas, mientras la producción estaba prácticamente paralizada.

Hacia septiembre de 2024, la planta sastrense tenía en stock 120 grupos electrógenos mientras que mensualmente vendía entre 10 y 12 unidades, mostrando una demanda abastecida en exceso. «La competencia desleal que tenemos es la apertura de importaciones. Si la empresa empieza a traer de China los alternadores, que son nuestra gran producción, creo que va a haber más despidos. A los alternadores los hacemos íntegramente acá, desde la primera chapita hasta la última», había advertido un trabajador a medios locales hace más de un año, anticipando el escenario que finalmente se concretó.

La empresa Cramaco comenzó a funcionar en 1947 y, con el correr de los años, se consolidó como un pilar productivo para Sastre. En 1999 la firma cambió de dueños y pasó a llamarse DBT S.A., en alusión a Druetta, Bearzotti y Talano, los apellidos de sus nuevos propietarios. Cuatro años más tarde, la compañía se asoció con la multinacional española Himoinsa. En su página web, la empresa se presentaba como líder en el mercado local con un 85% de participación y exportadora de más de 50.000 alternadores a diferentes países de América, Europa y Asia, una realidad que contrasta dramáticamente con la decisión de abandonar la producción local.

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