El gobierno de Milei mantuvo hermetismo sobre la operación que traerá entre 10 y 16 ciudadanos expulsados de Estados Unidos.
Un vuelo especial con argentinos deportados desde Estados Unidos arribará al Aeropuerto Internacional de Ezeiza entre la noche del miércoles y la madrugada del jueves, en lo que constituye la primera operación masiva de repatriación forzosa del año. La aeronave Boeing 767-300 de la empresa Omni Air International llegará en las primeras horas del jueves, transportando entre 10 y 16 ciudadanos argentinos acusados de diversos delitos en territorio estadounidense.
La Cancillería argentina optó por mantener total hermetismo sobre la operación, evitando cualquier confrontación diplomática con Washington en un contexto donde el gobierno de Javier Milei busca fortalecer las relaciones bilaterales. Esta actitud contrasta con las protestas formales presentadas por otros países de la región, como México y Brasil, que denunciaron públicamente el maltrato a sus ciudadanos deportados. La discreción oficial responde al interés de la Casa Rosada de no generar tensiones con la administración Trump, especialmente mientras negocia la eliminación del requisito de visa para argentinos que viajen a Estados Unidos.

El vuelo, que forma parte de la política antiinmigrante intensificada por Donald Trump, realizará escalas previas en Bogotá y Belo Horizonte para desembarcar deportados colombianos y brasileños antes de dirigirse a Argentina. Los pasajeros incluidos en este vuelo especial están acusados de violaciones graves a la ley federal norteamericana, incluyendo delitos migratorios, robos y otros crímenes. La empresa canadiense Omni Air International, especializada en vuelos charter, se encarga del traslado en una aeronave con capacidad para 247 pasajeros.
Según estimaciones oficiales no confirmadas, la administración Trump habría deportado aproximadamente 300 ciudadanos argentinos desde el inicio de su mandato, aunque hasta ahora los traslados se realizaban en vuelos comerciales regulares debido al bajo número de casos. Esta nueva modalidad de vuelos especiales refleja el endurecimiento de las políticas migratorias estadounidenses, que han afectado particularmente a ciudadanos de países latinoamericanos. Desde principios del año y hasta la semana pasada, más de 1900 ciudadanos brasileños fueron deportados desde Estados Unidos en 21 vuelos con destino a Brasil.

El arribo de este vuelo expone las limitaciones diplomáticas del gobierno de Milei, que pese a su alineamiento con Trump no logró avances significativos en temas bilaterales clave. Hasta el momento, el presidente argentino no consiguió una reunión bilateral con su par estadounidense, ni tampoco acuerdos arancelarios favorables o el levantamiento del requisito de visa para argentinos. La gestión de esta crisis migratoria pone a prueba la estrategia diplomática oficial de mantener el perfil bajo para preservar la relación con Washington, mientras ciudadanos argentinos enfrentan las consecuencias de las políticas antiinmigrantes del gobierno republicano.