El horror se apoderó del Complejo de Penha luego de que residentes rescataran cadáveres del bosque de Vacaria tras violentos choques entre policías y narcotraficantes. Mujeres buscaban entre los muertos a sus familiares mientras las autoridades brillaban por su ausencia. La megaoperación con 2.500 agentes paralizó la zona norte de Río.
El horror y la desesperación se apoderaron del Complejo de Penha, en la zona norte de Río de Janeiro, donde vecinos recuperaron más de 50 cuerpos tras los violentos enfrentamientos entre la Policía Militar y narcotraficantes ocurridos el martes. Durante la madrugada del miércoles, 56 cadáveres —todos hombres— fueron trasladados a la Plaza São Lucas y colocados uno al lado del otro en plena calle por los propios residentes de los complejos de Alemão y Penha, «sin apoyo de las autoridades», según informó O Globo.
La recuperación de los cuerpos fue realizada mayormente por mujeres que buscaban entre los fallecidos a sus parejas, hijos o hermanos. Los cadáveres habían sido rescatados del bosque de Vacaria, en la Serra da Misericórdia, epicentro de los choques más sangrientos de la megaoperación policial. Desde las 3 de la madrugada, camionetas llegaban con nuevos cuerpos y los dejaban en la plaza, donde la fila de fallecidos superó el medio centenar en una escena dantesca que dejó en evidencia la magnitud de la tragedia.
Mais 37 corpos encontrados essa madrugada na região de mata no complexo da Penha pic.twitter.com/sjFkgRtsFp
— Singelo Menestrel (@povo_contra762) October 29, 2025
Con este hallazgo, la cifra de víctimas mortales asciende a al menos 120 personas, según confirmaron fuentes citadas por la agencia EFE. De acuerdo con datos oficiales, 60 de ellas serían presuntos miembros del Comando Vermelho, una de las principales facciones del narcotráfico en Brasil, además de cuatro policías. Sin embargo, aún no está claro si los cuerpos recuperados por los vecinos están incluidos en ese conteo oficial, lo que podría elevar significativamente el número real de muertos.
El operativo —que involucró a 2.500 agentes y buscaba ejecutar 100 órdenes de arresto contra integrantes del Comando Vermelho— paralizó la zona norte de Río de Janeiro. Cientos de líneas de colectivos fueron suspendidas y decenas de escuelas y centros de salud debieron cerrar sus puertas. El secretario de la Policía Militar, coronel Marcelo de Menezes Nogueira, anunció que se investigará la situación de los cadáveres recogidos por los vecinos y la magnitud real de la tragedia.
Este miércoles, la ciudad recuperó la normalidad en el tránsito, pero el impacto del operativo y las imágenes estremecedoras de los cuerpos tendidos en la calle dejaron una profunda marca en una de las zonas más pobres y castigadas de Brasil. La escena de mujeres buscando a sus seres queridos entre decenas de cadáveres abandonados en plena vía pública evidenció no solo la brutalidad del enfrentamiento, sino también el abandono de las autoridades hacia las comunidades más vulnerables de Río de Janeiro.
