Con solo tres episodios y un elenco de primera línea, Netflix presenta Las maldiciones, un thriller político protagonizado por Leonardo Sbaraglia que desnuda la corrupción, la manipulación y los secretos familiares detrás del poder. Una miniserie breve, intensa y atrapante que se ve del tirón.
Netflix estrena una de sus apuestas más fuertes del año, un thriller político con aires de western que se devora en un fin de semana. Se trata de Las maldiciones, la nueva miniserie de 3 episodios protagonizada por Leonardo Sbaraglia y basada en la novela homónima de Claudia Piñeiro.
Dirigida por Daniel Burman y Martín Hodara, la producción retrata sin concesiones el cinismo y la manipulación que atraviesan a la política argentina, en un relato que se mueve con igual intensidad entre el drama familiar y las disputas por el poder.
La historia sigue a Fernando Rovira (Sbaraglia), ex juez federal y actual gobernador, enfrentado a la aprobación de una polémica Ley de Aguas que pone en jaque intereses millonarios. La tensión se dispara cuando su hija Zoe es secuestrada por Román Sabaté (Gustavo Bassani), antiguo colaborador que guarda un secreto capaz de cambiarlo todo.
Con una impecable factura visual, fotografía de Rodrigo Pulpeiro y Javier Juliá, y una narrativa que combina intriga política con dilemas íntimos, Las maldiciones expone las grietas éticas y morales de un sistema corroído desde adentro.
La adaptación, que elimina el costado esotérico de la novela para potenciar el costado político, logra un equilibrio entre thriller, drama y tragedia griega, con actuaciones sólidas y un ritmo atrapante que mantiene la tensión hasta el final.
Disponible desde el 12 de septiembre en Netflix, tras su estreno mundial en el Festival de Toronto, la miniserie confirma que las ficciones argentinas siguen marcando agenda en el panorama internacional del streaming.





