En las sesiones extraordinarias de diciembre se trataría una reforma impositiva que transformaría el régimen simplificado. Los monotributistas pasarían a autónomos con deducciones, mientras se unificaría el mínimo no imponible de Ganancias en $1,7 millones. El ministro Caputo advirtió que los cambios deben ir de la mano de una reforma laboral.
El Gobierno nacional analiza una profunda reforma tributaria que incluye la eliminación del monotributo y la reducción del piso del Impuesto a las Ganancias, según adelantaron fuentes oficiales en reuniones con el sector privado. La propuesta se trataría en las sesiones extraordinarias de diciembre y tiene como objetivo declarado «formalizar» la economía argentina, informó el diario Clarín.
Según el proyecto en estudio, los actuales monotributistas pasarían al régimen de autónomos con una escala que iría de $100.000 a $500.000, habilitando deducciones de gastos personales. En cuanto al IVA, se establecería un umbral mínimo equivalente a la actual Categoría F del monotributo, es decir, $3 millones mensuales. Para el Impuesto a las Ganancias, se crearía un único mínimo no imponible equivalente al salario promedio de $1,7 millones proyectado para 2025.

La reforma también contempla un nuevo régimen de empleo que reduciría contribuciones y aportes patronales para nuevas relaciones laborales. Esta medida aplicaría tanto para contrataciones de trabajadores que estuvieron seis meses sin empleo como para exmonotributistas que ingresen al mercado formal, buscando incentivar la registración laboral.
El ministro de Economía, Luis Caputo, adelantó los lineamientos generales en la Conferencia Anual de FIEL, aunque aclaró que implementar estos cambios de manera inmediata «rompería el ancla fiscal». Por ello, enfatizó que las modificaciones tributarias irían de la mano de una reforma laboral. Caputo señaló que el objetivo final es eliminar los impuestos «más distorsivos» como Ingresos Brutos, el Impuesto al Cheque, las retenciones al agro y Ganancias a las empresas.

Sin embargo, el titular de Economía reconoció que estos tributos «hoy son muy caros para sacarlos porque recaudan mucho», lo que plantea el desafío de implementar una reforma gradual que no comprometa el superávit fiscal que el Gobierno exhibe como principal logro de gestión. La propuesta deberá ser debatida en el Congreso durante las extraordinarias, donde el oficialismo necesitará el apoyo de gobernadores y bloques dialoguistas para su aprobación.




