La circulación de una nueva cepa del virus de la influenza A, conocida como subclado K de la gripe H3N2, encendió alarmas en la región. Perú, Chile y Bolivia ya confirmaron casos, mientras que en Argentina el laboratorio ANLIS-Malbrán intensificó los estudios para determinar si la variante circula en el país. La cepa mostró una capacidad de transmisión superior a otras variantes estacionales.
Una nueva subvariante del virus de la influenza A, denominada subclado K de la gripe H3N2, puso en alerta a las autoridades sanitarias de América del Sur tras su detección en varios países de la región. Identificada inicialmente en Asia y luego extendida a Europa y América del Norte, esta cepa mostró una capacidad de transmisión significativamente superior a la de otras variantes estacionales de la gripe, lo que motivó el refuerzo de los sistemas de vigilancia epidemiológica en todo el continente.
En los últimos días, Perú, Chile y Bolivia confirmaron los primeros contagios vinculados al subclado K, convirtiendo a la región sudamericana en el nuevo foco de preocupación para los organismos sanitarios internacionales. La rápida expansión geográfica de la variante, sumada a su elevada transmisibilidad, generó interrogantes sobre su posible impacto en Argentina, país limítrofe con dos de las naciones donde ya se detectó la cepa.
Ante este panorama, las autoridades sanitarias argentinas del laboratorio ANLIS-Malbrán, centro de referencia nacional en virología, intensificaron los estudios de laboratorio para determinar si la variante ya está circulando en territorio nacional. Hasta el momento, no se han confirmado casos oficiales de la subvariante K en Argentina, aunque los especialistas advierten que la proximidad geográfica con los países afectados y la intensificación del tránsito fronterizo aumentan el riesgo de ingreso del virus.
El subclado K de la gripe H3N2 pertenece a la familia de virus de influenza tipo A, responsables de las epidemias estacionales de gripe en humanos. Si bien las autoridades sanitarias aclaran que esta variante no representa una amenaza de gravedad mayor que otras cepas de influenza, su alta transmisibilidad podría generar un incremento notable en el número de contagios y consultas médicas, especialmente en grupos de riesgo como adultos mayores, niños pequeños, embarazadas y personas con enfermedades preexistentes.
Frente a esta situación, los especialistas recomiendan mantener las medidas preventivas habituales: vacunación antigripal para grupos de riesgo, lavado frecuente de manos, ventilación de ambientes, y uso de barbijo en caso de síntomas respiratorios. El Ministerio de Salud de la Nación monitorea la situación en coordinación con los organismos sanitarios de los países vecinos y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), mientras se aguardan los resultados de los estudios que determinarán si el subclado K ya circula en Argentina.
