Ocurrió en el Colegio General Manuel Belgrano Armenio. La mujer era la encargada de recaudar el dinero para el salón de fiestas y tres días antes del evento informó que le habían robado la plata. Las familias se organizaron de urgencia para evitar la suspensión del festejo.
La organización de la fiesta de egresados de los alumnos de último año del Colegio General Manuel Belgrano Armenio, en el barrio Pueyrredón de la ciudad de Córdoba, derivó en un conflicto judicial y en una carrera contrarreloj. Un grupo de padres denunció esta semana que una madre del curso se apropió de $11.000.000 que habían reunido durante meses para afrontar el costo del salón donde debía realizarse el festejo. La situación salió a la luz pocos días antes del evento y obligó a la comunidad educativa a reorganizarse de urgencia para evitar su suspensión.
Según consignó el portal La Voz, la acusada —madre de una alumna del último año— era la encargada de guardar la recaudación del dinero destinado a cubrir el pago del festejo. Las transferencias y los aportes en efectivo comenzaron en abril de 2024, cuando se contrató el servicio. Sin embargo, el miércoles 10 de diciembre, durante una reunión de padres y con la fiesta prevista para el sábado 13, la mujer informó que la suma recaudada había sido robada el 27 de noviembre en la esquina de Gavilán y Rincón, aunque nunca hizo la denuncia policial correspondiente.
«La fiesta era el sábado 13 y el miércoles 10 esta madre nos dijo que le habían robado la plata. Pensamos que era un chiste, pero no lo era», relató Carolina, madre de un egresado, en diálogo con El Doce TV. La gravedad del hecho quedó en evidencia cuando los padres se presentaron en el salón de fiestas y confirmaron que, de las 166 cuotas que supuestamente estaban abonadas, solo se habían pagado 28 correspondientes a los egresados. «Del resto, nada. Después de agosto nunca más entregó dinero. Teníamos dos días para juntar la plata», recordó.
Ante ese escenario límite, las familias pusieron en marcha una red de ayuda. Junto con la comunidad educativa y la colectividad armenia organizaron colectas, rifas y ventas de comida para reunir el monto faltante. «La mayoría de padres se organizó para poner plata. El trabajo colectivo fue muy hermoso. Hubo familias muy generosas, pero todos demostraron el valor colectivo. Tuvimos que pagar casi tres fiestas», dimensionó Carolina. El esfuerzo conjunto permitió que el evento se realizara según lo previsto.
La hija de la mujer denunciada asistió al festejo, aunque su madre no estuvo presente. «La conocemos desde que los chicos iban a sala de tres, con toda la confianza que le depositamos. Habíamos acordado hacer todo de manera transparente», lamentó Carolina. Ahora, el caso está en manos de la Justicia mientras las familias intentan recuperar el dinero perdido tras meses de esfuerzo y organización.





