La Legislatura provincial aprobó modificaciones sustanciales a la normativa vial que incluyen el reconocimiento de luces diurnas LED, radarización para controles de velocidad, la figura del apercibimiento antes de la multa, y la posibilidad de pagar infracciones con trabajo comunitario. Los cambios, votados por unanimidad, buscan reducir los 400 fallecidos anuales en siniestros viales en Córdoba.
La Legislatura de Córdoba aprobó por unanimidad una serie de modificaciones a la Ley de Tránsito provincial que representan un cambio sustancial en la política de fiscalización vial. El abogado especialista Guillermo Pacharoni, quien participó en el diseño de los cambios, explicó que el objetivo central es «reducir la cantidad de muertos» en las rutas y calles cordobesas, donde cada año fallecen alrededor de 400 personas en siniestros viales.
Uno de los puntos más destacados es la incorporación de las luces diurnas LED como válidas para circular, equiparándolas a las luces bajas. «Este bastión de la policía caminera de multarme porque no tenía la luz baja prendida en la circunvalación o en la autopista ha quedado atrás», señaló Pacharoni. Los vehículos modernos que cuentan con esta tecnología automática podrán circular sin la obligación de encender las luces bajas, aunque seguirán siendo necesarias en casos de baja visibilidad por niebla, polvo o lluvia.

La nueva normativa también habilita la radarización de rutas y autopistas, permitiendo controles fijos con tecnología electrónica que coexistirán con los operativos móviles. «Se incorpora la posibilidad de control métrico de velocidad punto a punto», explicó el especialista, detallando un sistema que mide el tiempo entre dos puntos para detectar excesos de velocidad, similar al aplicado en países europeos como Alemania. Todos los radares deberán estar homologados por el INTI y las notificaciones llegarán a través del Ciudadano Digital (CIDI).
Entre las innovaciones más significativas figura la incorporación del apercibimiento para faltas leves, una instancia previa a la multa. «Cuando encuentro una inconducta leve, puedo aplicar un apercibimiento sin multa. Si la persona reincide, recién ahí se le aplica la sanción económica», detalló Pacharoni, quien subrayó que «la multa no es un factor único para modificar conductas».

La reiterancia se convierte en agravante: acumular múltiples infracciones ahora tendrá consecuencias más severas. Las escalas de alcoholemia también se modificaron, estableciendo retenciones de licencia de hasta 3 meses para niveles menores a 0,4 g/l; hasta 6 meses entre 0,4 y 0,55 g/l; y hasta un año si supera los 0,55 g/l. «Si te encuentran con 2 grados de alcohol en sangre, personalmente creo que deberíamos meterla bajo arresto», opinó el especialista.
Otra incorporación importante es la posibilidad de pagar multas mediante trabajo comunitario, cursos especiales o programas terapéuticos. Las actas serán digitales y los conductores de otras provincias podrán acceder al juez de faltas de su domicilio a través del CIDI.
«El objetivo no es multar, tiene que ser salvar vidas», enfatizó Pacharoni. «La velocidad no hay que bajarla para evitar la multa, sino porque mata. Ojalá que sea un cambio que podamos medir en términos de mortalidad en los próximos 4 o 5 años», concluyó.






