La Cámara Argentina de Empresas de Fuegos Artificiales impulsa por sexto año consecutivo una campaña nacional para promover productos de bajo impacto sonoro y eminentemente lumínicos. Ezequiel Asquina, representante del sector, confirmó que la mayoría del público ya elige estas opciones que priorizan el espectáculo visual sin afectar a personas sensibles ni mascotas.
Los fuegos artificiales están cambiando en Argentina. Cada vez más familias optan por productos de bajo impacto sonoro que privilegian los efectos lumínicos por sobre el estruendo, una tendencia que se consolida tanto a nivel local como mundial.
Ezequiel Asquinasi, de la Cámara Argentina de Empresas de Fuegos Artificiales, explicó en diálogo con Radio La 10 que los «fuegos artificiales amigables» son aquellos productos eminentemente lumínicos, de bajo impacto sonoro, autorizados por RENAR o ANMAC, y diseñados para ser utilizados por mayores de 16 años. «Para que un producto sea amigable depende tanto del fabricante como del usuario. El uso correcto es fundamental», señaló.
Esta es la sexta campaña nacional que impulsa el sector para promover este tipo de productos. Según Asquina, el cambio no fue inmediato sino progresivo: «La gran mayoría va eligiendo los fuegos amigables. Fue un proceso impulsado por la Cámara y por distintos actores sociales, junto con la elección del público».
Los productos tradicionales de mayor estruendo siguen siendo legales y seguros, pero la industria desalienta su uso. «Lo que más queremos disfrutar todos es ponerle luces al cielo en ocasiones especiales», enfatizó el representante del sector.
En cuanto a precios, Asquinasi aclaró que existe una enorme variedad: desde productos básicos de $500 hasta tortas pirotécnicas de $24.000 o $28.000 que generan «un pequeño show pirotécnico» al alcance de cualquier persona, con efectos que antes requerían uso profesional.
La recomendación al momento de comprar es clara: solicitar al vendedor «productos de bajo impacto sonoro, eminentemente lumínicos», y el comerciante mostrará todas las alternativas disponibles. Según la normativa nacional, solo las estrellitas, bengalitas y «estallidos» como el chasquibum pueden ser usados por menores de 16 años, siempre con supervisión adulta.






