La central obrera convocó a una movilización para las 15 horas en rechazo a los cambios en la legislación laboral que impulsa el oficialismo. Desde el gremialismo advierten que la medida busca precarizar el trabajo y cuestionan el concepto de «costo argentino» aplicado a los derechos de los trabajadores.
La CGT convocó para este jueves 18 de diciembre a las 15 horas a una marcha a Plaza de Mayo para rechazar la reforma laboral que impulsa el Gobierno nacional. La central obrera encabezará la protesta bajo la consigna de «frenar la reforma laboral y defender el trabajo argentino», en un contexto de creciente tensión entre el oficialismo y el movimiento sindical por las modificaciones que se buscan introducir en la legislación laboral.
Desde la CGT advirtieron que la central rechaza «cualquier intento de precarización» y cuestionaron duramente el concepto de «costo argentino» aplicado a los derechos laborales. «Los derechos laborales no son el ‘costo argentino’: son la base de un país que quiere producir, crecer y generar empleo digno», señalaron en el comunicado de convocatoria difundido en redes sociales.
La movilización se produce en medio del debate legislativo por diversas iniciativas del Ejecutivo que buscan modificar aspectos centrales de la legislación laboral vigente. Los gremios nucleados en la CGT sostienen que las reformas propuestas apuntan a flexibilizar las condiciones de trabajo y reducir las conquistas históricas de los trabajadores argentinos, en lo que consideran una política de ajuste sobre los sectores populares.
«Cuando tocan el salario, tocan el futuro», alertaron desde la central obrera, en una clara advertencia sobre las consecuencias que tendría la reforma sobre el poder adquisitivo de los trabajadores. La CGT busca con esta marcha demostrar su capacidad de movilización y presionar sobre el Congreso para evitar la sanción de las modificaciones laborales impulsadas por La Libertad Avanza.
La jornada de protesta marca un nuevo capítulo en el enfrentamiento entre el Gobierno y el sindicalismo, que ya protagonizó varios episodios de tensión durante 2024. La marcha del jueves medirá la adhesión del movimiento obrero organizado a la convocatoria y anticipará la estrategia gremial para los próximos meses frente a las reformas estructurales que busca implementar el Ejecutivo nacional.
