Una ocupante denunció las condiciones inhumanas en el edificio ubicado en boulevard San Juan y Calasanz, donde convive con su madre discapacitada sin baño, agua corriente ni seguridad. Celina relató que sufre robos constantes, que debe hacer sus necesidades en un tacho y que calienta agua quemando basura. La estructura permanece paralizada y sin controles estatales pese al paso de sucesivos gobiernos.
El abandono del edificio conocido como «La Mole», ubicado en la intersección de boulevard San Juan y Calasanz, vuelve a quedar expuesto a partir del desgarrador testimonio de una de sus ocupantes. A pesar del paso de los gobiernos y las reiteradas denuncias, la estructura sigue paralizada, sin controles y convertida en un foco de conflicto permanente tanto para los vecinos del barrio como para las autoridades municipales y provinciales.
Celina, una de las mujeres que reside en el lugar, describió crudamente las condiciones inhumanas en las que vive junto a su madre, quien tiene discapacidad. La ocupante afirmó que dentro del edificio «es tierra de nadie», que no cuentan con baño ni servicios básicos y que incluso sufre robos constantes dentro del mismo espacio donde intenta sobrevivir. Según su relato, más de 40 personas habitan actualmente el predio y la situación se vuelve cada día más insostenible.

La mujer explicó que llegó al lugar por no tener otra alternativa habitacional y convive con ocho perros en medio de la precariedad absoluta. Detalló que debe hacer sus necesidades fisiológicas en un tacho, que calientan agua con fuego hecho con basura y madera y que de esa manera cocinan e intentan higienizarse. Además, señaló que cualquiera puede ingresar libremente al edificio y que la falta total de controles agrava dramáticamente la inseguridad interna entre los propios ocupantes.
La Policía de Córdoba se hizo presente en el lugar motivada por los gritos de desesperación de Celina, aunque los vecinos de la zona señalan que fuera de episodios puntuales el área carece completamente de vigilancia o presencia del Estado. El móvil policial pudo ingresar y mostrar el interior del edificio, donde las imágenes captadas dejaron en evidencia la miseria extrema y la ausencia total de condiciones de habitabilidad básicas.
El caso de «La Mole» refleja una problemática que se arrastra hace años sin encontrar solución definitiva. Pese a las múltiples denuncias vecinales, mediáticas y los pedidos de intervención, el inmueble continúa en estado de abandono total, albergando a decenas de personas en situación de extrema vulnerabilidad y representando un problema de salud pública, seguridad y derechos humanos que las autoridades no han logrado resolver.






