La medida rotativa se extenderá por tres meses ante la caída del consumo y la acumulación de stock. Desde la UOM advierten que el problema podría expandirse a otras fábricas del sector.
La industria de línea blanca atraviesa uno de sus momentos más críticos. Electrolux decidió suspender de manera rotativa a 400 trabajadores de su planta ubicada en la zona sur de Rosario, una medida que refleja la profundidad de la crisis que golpea al sector. La empresa comunicó la decisión al personal durante la última semana, explicando que la fuerte caída del consumo interno y la acumulación de stock en los depósitos obligaron a frenar temporalmente la producción.
Las suspensiones se aplicarán de forma escalonada durante los próximos tres meses e involucran tanto a operarios de planta como a personal administrativo. Según informó la compañía, durante octubre se garantizará el pago total de los salarios, aunque la continuidad de esta medida dependerá de cómo evolucione el mercado en las próximas semanas. La incertidumbre sobre el futuro laboral genera preocupación entre los trabajadores afectados.
Pablo Cerra, abogado de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), señaló que si bien las suspensiones rotativas no impactan de manera uniforme en todos los empleados, la situación es grave. «Las suspensiones comenzaron con la apertura de las importaciones y se agravaron por la caída del consumo. Sin trabajo no hay plata, sin plata no hay consumo», explicó el letrado, describiendo un círculo vicioso que afecta a toda la economía.
La planta de Electrolux, una de las más importantes del país en la fabricación de cocinas y lavarropas, había mantenido niveles estables de actividad hasta comienzos de este año. Sin embargo, el deterioro del salario real, la retracción del crédito y el aumento de las importaciones provocaron un desplome en las ventas de electrodomésticos. Desde la UOM advierten que el problema podría extenderse a otras empresas del rubro, que dependen casi exclusivamente del mercado interno.
Los próximos meses serán determinantes para el sector. Desde el gremio continúan en diálogo con los delegados para monitorear la situación y evitar que las suspensiones deriven en despidos. La recuperación dependerá de una mejora sostenida del poder adquisitivo y del repunte del consumo, dos factores que hoy están en fuerte retroceso. «Hay empresas que todavía pueden afrontar suspensiones pagas, pero es un mecanismo que no puede sostenerse por mucho tiempo. Tenemos una alarma seria en el sector», concluyó Cerra.
