El movimiento autoconvocado que reunió 3.000 firmas contra la política de «encerramiento» del municipio espera la sentencia definitiva. Este sábado 13 proyectarán un documental de la UNC sobre su experiencia y celebrarán un año de organización ciudadana con feria y números artísticos en el Bosque de la Memoria.
La causa judicial que llevan adelante los Vecinos Autoconvocados de Villa Allende se encuentra en la etapa de espera del fallo definitivo. Javier, vocero del grupo, informó que una vez dictaminada la resolución, tanto la municipalidad como los vecinos tendrán posibilidad de apelar si el resultado les resulta desfavorable.
El conflicto comenzó cuando el movimiento consideró inadecuada la forma en que el municipio presentó su política de seguridad. A pesar de reunir 3.000 firmas pidiendo audiencia con el intendente y realizar un emplazamiento notarial, nunca recibieron respuesta, lo que los obligó a recurrir a la justicia. «Que tu calle, tu barrio y Villa Allende no sean una cárcel. Sí a la seguridad, no al encerramiento», sostienen bajo su lema de lucha.
Los vecinos critican que los portones propuestos por la gestión local «solo maquillan y discriminan el problema de la delincuencia», y subrayan que estos dispositivos no reemplazan la prevención ni la presencia policial. Además, expresaron preocupación por los costos judiciales que, en caso de juicio, serían pagados por el municipio con los impuestos de los contribuyentes.
Tras un año de compromiso ciudadano, el grupo tiene proyectadas nuevas actividades. Este sábado 6 a las 19 horas se reunirán en el Bosque de la Memoria (donde funcionaba el anfiteatro municipal) para organizar las propuestas del sábado 13, cuando proyectarán un documental realizado por estudiantes de cine de la UNC sobre la lucha vecinal, junto con una feria de emprendedores y números artísticos, musicales y teatrales.
El movimiento celebra haber logrado un año de convivencia y compromiso que dejó de lado diferencias partidarias para centrarse en la gestión de políticas públicas. Finalmente, los vecinos alientan la participación comunitaria con la convicción de que mejorar la calidad de vida depende de la propia comunidad, y que fortalecer la democracia requiere más participación, compromiso e involucramiento activo.





