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viernes, diciembre 19, 2025
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El Gobierno retrocedió y posterga el tratamiento de la reforma laboral al 10 de febrero

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Patricia Bullrich confirmó que el oficialismo dejará el dictamen «abierto a modificaciones» y convocará a sesiones extraordinarias para tratar el proyecto en febrero. La decisión se produjo después de la masiva movilización de la CGT a Plaza de Mayo y las observaciones de distintos bloques legislativos al contenido de la iniciativa.

El Gobierno nacional decidió postergar el tratamiento de la reforma laboral en el Senado y llevar el debate al 10 de febrero, abandonando la intención original de aprobarla el viernes 26 de diciembre. La confirmación llegó de la propia jefa del bloque de La Libertad Avanza en la Cámara alta, Patricia Bullrich, tras una jornada marcada por la fuerte movilización de la CGT a Plaza de Mayo y las críticas sistemáticas de la oposición al proyecto impulsado por el Ejecutivo.

La iniciativa continuará su recorrido en comisión, donde el oficialismo intentará avanzar con un dictamen en las próximas horas, pero dejándolo «abierto a modificaciones» para analizar con mayor detenimiento los cambios reclamados por los sindicatos y distintos bloques legislativos. «Hemos escuchado a todos los actores y hablado con distintos bloques, incluso con Juliana Di Tullio. Vamos a firmar un dictamen para dejarlo abierto a modificaciones y pasar el debate al 10 de febrero», explicó Bullrich durante la reunión de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, adelantando que el Gobierno volverá a convocar a sesiones extraordinarias.

Bullrich justificó la postergación argumentando que en las últimas semanas llegaron numerosas observaciones al proyecto, tanto por vías formales como informales, y que resulta necesario tomarse «un mes y medio» para estudiarlas en profundidad. Sin embargo, desde la oposición el senador kirchnerista Mariano Recalde, si bien valoró la extensión del plazo, fue contundente al cuestionar el contenido: «En los fundamentos hay mentiras. No hay modernización, no se habla de home office y se suprimen estatutos profesionales. Estamos volviendo al pasado. Esta iniciativa no crea empleo, está pensada para facilitar los despidos», advirtió.

El clima político se tensó especialmente este jueves con la movilización convocada por la CGT, la CTA-T y la CTA Autónoma. Desde el escenario montado frente a la Casa Rosada, los dirigentes sindicales advirtieron que, si el Senado aprueba la reforma, avanzarán con un paro nacional. Jorge Sola, secretario general de la CGT, calificó la iniciativa como «un ataque a la dignidad de los trabajadores» y anticipó un rechazo total al articulado presentado por el oficialismo.

Con el dictamen encaminado pero aún sujeto a cambios sustanciales, el oficialismo buscará llegar al 10 de febrero con los consensos necesarios para avanzar en el recinto. Mientras tanto, la reforma laboral sigue siendo uno de los ejes más conflictivos del programa legislativo del Gobierno y un punto de choque directo con el movimiento sindical, que ya puso en marcha su maquinaria de protesta y presión sobre los legisladores.

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