Está en Netflix, fue furor en Italia y ahora conquista al público internacional. Se trata de “Curon”, una serie de solo siete episodios que mezcla drama familiar, leyendas locales y un suspenso sobrenatural ambientado en un paisaje tan bello como inquietante. Ideal para maratonear en un fin de semana.
En el inmenso catálogo de Netflix, a veces aparecen joyas inesperadas que, sin grandes campañas de difusión, logran atrapar al público y hacerse un lugar entre las más vistas. Este es el caso de “Curon”, una producción italiana que, con apenas siete episodios, se convirtió en furor en su país de origen y ahora suma adeptos en todo el mundo.
Ambientada en un pequeño pueblo del norte de Italia, la historia combina drama familiar, leyendas locales y un suspenso que crece capítulo a capítulo. Su atmósfera inquietante se potencia gracias a escenarios naturales únicos, como el emblemático campanario sumergido en el lago de Resia, que funciona como un símbolo poderoso y casi como un personaje más dentro de la trama.
La narrativa arranca con el regreso de una mujer a su pueblo natal, junto a sus hijos adolescentes, después de muchos años de ausencia. Pero lo que parecía un reencuentro con sus raíces se transforma rápidamente en un misterio cuando ella desaparece sin dejar rastro. A partir de allí, los jóvenes protagonistas deberán enfrentarse con secretos familiares y leyendas oscuras que comienzan a manifestarse de manera perturbadora.
Con una dirección cuidada, un elenco joven y fresco, y una estética que mezcla lo sobrenatural con el drama íntimo, “Curon” se convierte en una gran recomendación para quienes buscan suspenso europeo con identidad propia. Su duración breve y ritmo atrapante la hacen ideal para un maratón de fin de semana.