Dos servicios departamentales de salud activaron mecanismos de vigilancia epidemiológica tras reportar los primeros casos sospechosos de la «supergripe». Las autoridades investigan una muerte en Santa Cruz vinculada a una viajera de Japón y mantienen aisladas a seis personas en Cochabamba que dieron positivo a influenza A (H3N2).
Dos Servicios Departamentales de Salud activaron este martes en Bolivia los mecanismos de vigilancia epidemiológica tras reportar los primeros casos sospechosos de influenza A (H3N2), variante K, un subtipo de alta transmisión que ha encendido alertas sanitarias en varias regiones del mundo. El Servicio Departamental de Salud de Santa Cruz declaró alerta naranja, un nivel de riesgo elevado que implica la activación de planes de contingencia y el refuerzo inmediato de los servicios sanitarios.
Las autoridades investigan una muerte en el departamento de Santa Cruz, vinculada a una mujer de 26 años fallecida el pasado 29 de noviembre que había llegado desde Japón. El director del servicio de salud cruceño, Julio César Koca, informó que el historial clínico de la paciente se encuentra en análisis para determinar si la causa fue la variante K. «Tenemos un caso sospechoso de una variante de la A (H3N2)», precisó Koca, aclarando que aún no se confirma que se trate del linaje específico K.

En Cochabamba, el Servicio Departamental de Salud reportó que una familia de seis personas dio positivo a influenza A (H3N2) tras ingresar al país desde Estados Unidos hace tres semanas. Esos pacientes permanecen aislados en su domicilio, mientras los laboratorios realizan pruebas para confirmar si se trata de la variante K. El director de Epidemiología departamental, Rubén Castillo, indicó que solo una mujer cumple por ahora los criterios de sospecha del linaje específico, aunque todos los casos continúan bajo seguimiento médico.
La alerta naranja adoptada en Santa Cruz obliga a garantizar la disponibilidad permanente de personal médico, insumos y equipos, además de intensificar la detección temprana de casos. Entre las acciones anunciadas figura la creación de un centro centinela para la atención y seguimiento de pacientes con síntomas compatibles, así como un llamado a reforzar la vacunación contra la influenza, especialmente en temporada de lluvias y descensos de temperatura. La medida se produce dos días después de que Perú declarara una alerta epidemiológica nacional ante el riesgo de ingreso del mismo subtipo.

El virus de la influenza A (H3N2), variante K, conocido popularmente como «supergripe«, se caracteriza por una mayor capacidad de transmisión en comparación con otros subtipos estacionales, aunque las autoridades sanitarias subrayan que hasta el momento no se ha asociado a una mayor letalidad. Este escenario se inscribe en una alerta más amplia emitida este mes por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que advirtió sobre el aumento de la circulación del virus en varias regiones del mundo e instó a los países a fortalecer la vigilancia epidemiológica, promover la vacunación entre adultos mayores y personas con factores de riesgo, y preparar los servicios de salud ante una posible actividad temprana o más intensa de enfermedades respiratorias.





