La empresa obtuvo un 52% más de exenciones que el año anterior gracias a la Ley de Economía del Conocimiento, el único régimen promocional que utiliza en toda la región. Mientras se beneficia de tratamiento preferencial del Estado, su CEO pide regulación contra Shein y Temu para «proteger empleos argentinos».
En medio del debate por la reforma tributaria, Mercado Libre vuelve a quedar en el centro de la polémica por la contradicción entre los beneficios fiscales que recibe del Estado argentino y su reciente reclamo de mayor intervención estatal para frenar a la competencia china. Según el último balance trimestral presentado ante la SEC, la compañía obtuvo u$s67 millones en beneficios fiscales en los primeros nueve meses de 2025, un incremento del 52% respecto al mismo período del año anterior.
Los beneficios corresponden a la Ley de Economía del Conocimiento (N° 27.506), que otorga estabilidad fiscal, reducciones en el Impuesto a las Ganancias y créditos sobre contribuciones patronales para empresas tecnológicas. Del total recibido, us50 millones corresponden a Ganancias y us17 millones a aportes de seguridad social. Argentina es el único país de la región donde Mercado Libre goza de un programa formal de reducción de impuestos, según se desprende de su propio informe financiero. En Brasil, México, Chile, Colombia y Uruguay, la empresa no accede a regímenes promocionales comparables.
La paradoja se profundiza cuando el CEO de Mercado Libre en Argentina, Juan Martín de la Serna, sale públicamente a reclamar regulación estatal contra las plataformas chinas Shein y Temu. «Cuando se abre el mercado indiscriminadamente y una empresa china te manda productos por barco, en realidad se está dando trabajo a compañías chinas, no a los argentinos», advirtió el ejecutivo, pidiendo «un marco regulatorio igual para todos los competidores». Las declaraciones resultan llamativas porque la empresa que dirige se beneficia precisamente de un trato impositivo preferencial que no tienen sus competidores.
En los últimos cinco años, Mercado Libre recibió más de us 350 millones en beneficios fiscales bajo el regimen de Economıa del Conocimiento, pensado originalmente para impulsar pymes tecnológicas.
La situación expone una tensión recurrente en la política fiscal argentina: mientras Mercado Libre se presenta como adalid del mérito y la competencia, simultáneamente se beneficia del Estado que critica y reclama protección regulatoria cuando enfrenta competidores que no tienen sus mismos privilegios. El debate sobre el alcance de estos incentivos vuelve al centro mientras el Gobierno analiza una reforma tributaria que incluye la revisión de regímenes especiales para grandes corporaciones que, lejos de necesitar ayuda estatal, figuran entre las empresas más rentables de la región.
