El "milagro" de Milei: Argentina alcanza niveles récord de pobreza

La gestión del presidente Javier Milei enfrenta su crisis más profunda tras la publicación de los últimos datos de pobreza e indigencia del INDEC. El informe revela que el 52,9% de la población argentina vive ahora bajo la línea de pobreza, un aumento alarmante del 11,2% respecto al semestre anterior. Este incremento sin precedentes desde 2003 desmantela la retórica del "milagro económico" prometido por Milei, exponiendo las consecuencias devastadoras de sus políticas de shock.

La situación es aún más crítica para los más vulnerables, con un 18,1% de la población sumida en la indigencia. El gobierno de Milei, que prometió "combatir la pobreza" con medidas drásticas, ha logrado el efecto contrario, empujando a millones de argentinos a condiciones de vida precarias. Este aumento de la indigencia del 6,2% en solo seis meses refleja el fracaso total de un modelo económico que prioriza los ajustes sobre el bienestar social.

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El impacto en la infancia y juventud es particularmente alarmante, con dos tercios (66,1%) de los menores de 14 años viviendo en hogares pobres. Esta cifra no solo representa una crisis humanitaria inmediata sino que también hipoteca el futuro del país, contradiciendo las promesas de Milei de crear oportunidades para las nuevas generaciones. El fracaso en proteger a los más jóvenes evidencia la miopía de un gobierno que sacrifica el futuro en aras de una ideología económica fallida.

La brecha entre el aumento de los ingresos familiares (87,8%) y el de las canastas básicas (más del 115%) expone la ineficacia de las políticas económicas de Milei. Lejos de generar la prosperidad prometida, estas medidas han acelerado la pauperización de la clase media y trabajadora. El gobierno, en su obsesión por los indicadores macroeconómicos, ha ignorado el sufrimiento real de millones de argentinos que ven cómo su calidad de vida se deteriora día a día.

El aumento generalizado de la pobreza en todas las regiones del país, con picos alarmantes en el NEA (62,9%) y NOA (57%), desmiente el discurso de un "modelo federal" de desarrollo. La administración Milei, lejos de reducir las desigualdades regionales, las ha exacerbado, creando un país cada vez más fragmentado y desigual. Este panorama desolador plantea serias dudas sobre la viabilidad y la ética de un proyecto político que, en nombre de la libertad económica, ha sumido a la mayoría de los argentinos en la pobreza y la desesperación.