viernes, marzo 29

Cómo adaptar nuestro entrenamiento ante una ola de calor

Rige un alerta por una ola de calor inusual para esta época del año. Aquí te dejamos algunos consejos para adaptar el entrenamiento a las altas temperaturas sin que afecte a tu salud.

En muchas ocasiones, dentro de nuestra ignorancia suele creerse que entrenar en el calor es lo mismo que hacerlo en el frío o en climas templados, pero las cosas no funcionan de esa manera.

Se hace necesario implementar una serie de cambios, tanto para contribuir al organismo como para sacar el mayor provecho posible de la rutina.

En ese orden de ideas, te aconsejamos tener en cuenta una serie de aspectos y factores determinantes. Algunos de ellos te los enseñaremos a continuación.

Elegir los horarios

Cuando entrenamos al aire libre debemos escoger mejor los horarios, para hacer nuestra rutina en los horarios más frescos. Lo ideal es entrenar de 05 a 09 horas. Tener siempre a mano dos litros de agua y comirla antes, durante y después del entrenamiento. 

Es recomendable incorporar a nuestra agua sales y minerales para la rehidratación. Estas se compran en farmacias, vienen en distintos dabores y son más económicas que las bebidas deportivas que se ofrecen en el mercado. 

Alimentación, el combustible de nuestro cuerpo

 La alimentación es uno de los factores a tener muy en cuneta, ya que esta cumple la función de brindar energía al organismo, tal y como funciona el combustible en un vehículo.

Es por ello que te aconsejamos ingerir alimentos nutritivos y con alto contenido de agua. Los más apropiados para mantener hidratado al organismo son las frutas y lo vegetales.

Paso a paso…

El proceso de adaptación hace referencia a un paso a paso progresivo, es por ello que debes implementar un trabajo físico mientras que el cuerpo se acostumbra a las temperaturas altas.

No importa si llevas un ritmo de entrenamiento elevado y de alto rendimiento. Lo más oportuno es volver a comenzar y para ello el paso a paso de la rutina resulta fundamental.

Reducir la carga de los ejercicios, bajar la intensidad e incluso suplir aquellos ejercicios que nos demande de un esfuerzo extra. Esto nos ayudará a mantener nuestro cuerpo activo y reducir el cansancio y por ende nuestro gasto de energía. 

Administrar la energía para todo el día

No nos olvidemos, que cuando hace mucho calor nuestro sueño no es tan reparador. Dormimos mal. descansamos poco y encima debemos cumplir con nuestras obligaciones durante el resto del día. Esto pasa muy seguido y no importa si dormimos con aire acondicionado o sin él. 

Seleccionar la indumentaria

La indumentaria es otro factor que debemos considerar. Elegir telas livianas de colores claros nos ayudará a liberar el calor del cuerpo y mantenernos frescos durante el entrenamiento. 

Tenemos que mantenernos alertas a lo que nuestro físico nos dice. Es muy importante conocer nuestro cuerpo para saber hasta dónde exigirlo y cuando debemos detenernos. 

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