La inmunización, que hasta hace poco se aplicaba sin costo en hospitales y vacunatorios públicos de todo el país, ahora solo es costeada por el Estado en zonas endémicas.
La vacuna contra la fiebre amarilla dejó de ser gratuita en la mayor parte del país y ahora tiene un costo de $233.000 para quienes necesiten aplicársela fuera de las zonas endémicas. La inmunización, que hasta hace pocos meses se aplicaba sin cargo en hospitales y vacunatorios públicos de toda la Argentina, quedó limitada en su cobertura estatal tras una decisión del Ministerio de Salud de la Nación oficializada en agosto de este año.
Desde la cartera sanitaria nacional explicaron que la medida responde a una estrategia de «uso eficiente de los recursos sanitarios», priorizando la cobertura gratuita únicamente en áreas con riesgo de transmisión autóctona del virus de la fiebre amarilla. Esta decisión implica que en regiones como Córdoba, Rosario y gran parte del centro y sur del país, la vacuna debe ser adquirida de forma particular por quienes la necesiten, especialmente para viajes internacionales.

La fiebre amarilla es una enfermedad viral transmitida por mosquitos que puede ser mortal y para la cual no existe tratamiento específico, por lo que la vacunación es la principal herramienta de prevención. Hasta la modificación del Calendario Nacional de Vacunación, Argentina mantenía una política de acceso universal y gratuito a esta inmunización, especialmente recomendada para personas que viajan a países donde la enfermedad es endémica, como Brasil, Bolivia, Paraguay y diversas naciones de África.
El elevado costo de $233.000 representa un obstáculo económico significativo para muchas familias argentinas que planean viajar al exterior, particularmente en un contexto de crisis económica. La vacuna contra la fiebre amarilla tiene una validez de por vida según los estándares internacionales, pero su inaccesibilidad actual pone en riesgo la salud de viajeros que podrían exponerse al virus en destinos donde la enfermedad está presente.







