Preocupa la baja asistencia a la vacunación contra el dengue en Córdoba

La Provincia de Córdoba continúa con su campaña de vacunación contra el dengue, enfrentando un desafío inesperado: la baja concurrencia de las personas convocadas. El Dr. Hugo Pizzi, en declaraciones a Radio 10 Córdoba, expresó su preocupación por esta situación, especialmente considerando la limitada disponibilidad y el alto costo de las vacunas a nivel global.

El programa de vacunación, dirigido a personas entre 15 y 59 años que hayan requerido internación por dengue y al personal de salud hasta los 59 años, ha debido extender sus plazos. Las autoridades sanitarias han anunciado que quienes recibieron la notificación por CiDi y no asistieron tendrán tiempo hasta el 20 de diciembre para recibir su primera dosis, después de lo cual no se garantizará la disponibilidad de la vacuna.

La estrategia de inmunización se ampliará para las segundas dosis a partir del 26 de diciembre, incorporando nuevos centros de vacunación. En la capital, se sumarán los hospitales Rawson, Misericordia, Neonatal, Pediátrico, de Niños, Maternidad Provincial y San Roque viejo, mientras que en el interior se habilitarán todos los hospitales provinciales de cabecera.

Una novedad importante es que las personas que recibieron su primera dosis en el sector privado también podrán completar su esquema a través del sistema público, siempre que pertenezcan a los grupos priorizados. Para esto, deberán registrar su primera vacuna en el Sistema Provincial de Registro (Sigipsa) presentando la constancia correspondiente.

El Ministerio de Salud ha enfatizado que esta campaña de vacunación es crucial para reducir la morbilidad y el impacto de la enfermedad en los grupos prioritarios. Para la segunda dosis, los vacunados podrán acudir a cualquiera de los centros habilitados una vez que reciban la notificación por CiDi, sin estar asignados a un vacunatorio específico.

La situación actual plantea un dilema significativo para las autoridades sanitarias: mientras se realizan esfuerzos por ampliar la accesibilidad y flexibilizar los esquemas de vacunación, la baja respuesta de la población pone en riesgo la efectividad del programa preventivo en un contexto donde las vacunas son un recurso valioso y escaso.