Crítica de "Nada" disponible en Disney+

Dirigida por Mariano Cohn y Gastón Duprat, Nada es una serie que combina comedia, reflexión y una mirada única sobre la decadencia de las élites culturales argentinas. Protagonizada por Luis Brandoni como Manuel Tamayo, un crítico gastronómico caído en desgracia, la historia aborda temas como la dependencia, el ego, y la redención a través de las conexiones humanas más sencillas.

Manuel, acostumbrado a una vida de privilegios y reconocimiento, enfrenta una crisis cuando fallece su ama de llaves de toda la vida, quien manejaba todos los aspectos de su existencia. En este caos, llega Antonia (Majo Cabrera), una joven paraguaya que, con su humildad y paciencia, le muestra a Manuel el valor de lo esencial. Esta relación genera momentos cargados de humor, incomodidad y ternura, a la vez que desvela las contradicciones del protagonista.

La serie cuenta con la participación especial de Robert De Niro, quien interpreta a Vincent Parisi, un escritor y viejo amigo de Manuel. Además de su rol como narrador de los episodios, De Niro aporta un carisma distintivo y se divierte explorando la cultura argentina, desde su gastronomía hasta expresiones coloquiales como "la concha de la lora".

Desde el punto de vista culinario, la serie es un deleite visual. Con la asesoría de chefs destacados como Narda Lepes y Francis Mallmann, los platillos que desfilan en pantalla son una celebración de la gastronomía argentina, desde la preparación de una milanesa perfecta hasta una evocación de sabores sencillos y nostálgicos que recuerdan la infancia.

Con solo cinco episodios de 25 minutos cada uno, Nada se presenta como un menú degustación que sabe dejar al espectador satisfecho, aunque deseando más. En su brevedad, logra construir un relato que es, a la vez, una crítica mordaz y un homenaje a los placeres de la vida.

Disponible en Disney+, Nada es una joya que brilla tanto por su guion agudo como por las interpretaciones memorables de su elenco. Un imprescindible para los amantes de la buena comida, el humor ácido y las historias de redención personal.