Crisis en la industria yerbatera: productores misioneros exigen mejores precios en medio del ajuste económico

Los productores yerbateros de Misiones han iniciado medidas de fuerza con cortes de ruta, en respuesta a la crítica situación que atraviesa el sector tras las recientes medidas económicas que desregulan el mercado. La eliminación de diversos mecanismos de control de precios y la incertidumbre sobre el futuro del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) han profundizado la crisis de uno de los sectores productivos más importantes del NEA.

En el marco de esta situación, una asamblea realizada en San Pedro, Misiones, determinó iniciar acciones de protesta ante la falta de respuestas concretas a sus reclamos. Los productores exigen un precio de $390 por kilo de yerba mate, un valor que consideran justo en el actual contexto inflacionario y de liberación de precios que afecta tanto los costos de producción como la rentabilidad del sector.

La Confederación Rural Argentina (CRA) y la Federación de Asociaciones Rurales de Misiones (FARM) han manifestado su preocupación por el debilitamiento del INYM, organismo clave para la regulación del sector que podría ver reducidas sus facultades en el marco de la política de desregulación económica. Entre las principales demandas, se encuentra la necesidad de que el Instituto mantenga su capacidad para fijar precios de referencia y elaborar estructuras de costos transparentes.

En medio de la incertidumbre por el futuro del sector, los representantes de los productores advierten que la desregulación total del mercado yerbatero podría generar una crisis social en Misiones, donde miles de familias dependen de esta actividad. La falta de precios mínimos garantizados y la posible eliminación de mecanismos de control podrían derivar en una concentración del mercado en manos de grandes empresas, afectando directamente a los pequeños y medianos productores.

Los sectores productivos reclaman además que, en lugar de desregular completamente el mercado, se implementen políticas que fortalezcan al INYM y permitan una mayor transparencia en la cadena de comercialización. También solicitan que se mantengan las auditorías externas y se promueva la profesionalización del organismo, como garantía para el desarrollo sustentable de una actividad que es fundamental para la economía regional.